El presente texto constituye un ejercicio que realicé en el Taller Autología del Performance, conducido por Josefina Báez, que consistía en que cada participante escribiera el párrafo más largo que pudiése (con sentido, naturalmente), y a partir del cual desarrollar ciertas acciones. Este taller se realizó del lunes 21 al viernes 25 de noviembre de 2011, coordinado por El Salón Grupo Curatorial, con el auspicio del Centro Cultural de España, en cuya sede se llevó a cabo la actividad.
Foto de familia de los participantes en el Taller Autología del Performance
Pina, Almodóvar y Bill Viola son tres imágenes que colocaría en mi personal y particular altar de artistas que admiro, siendo consciente del riesgo que corro de que el altar en cuestión se tambalee dado lo quisquilloso que podemos llegar a ser los humanos si tenemos que estar al lado, o cerca, de algunas personas que, por uno u otro motivo, preferiríamos tener a kilómetros de distancia, lo que, en el caso particular de mi altar, no será posible, dado que éste está contenido en un lugar pequeño en dimensiones físicas, pero inmenso en su capacidad de albergar a seres que hacen su arte con la verdad como estandarte: mi corazón, así que, las pinas, los almodóvares, los bill violas tendrán que estar con las marily gallardos, los fradiques, los bachs, los jiří kyliáns, los manuel chapuseauxs, las buikas, los eduardo villanuevas, los garcía lorcas, las sonia silvestres, los jorge pinedas, los francis taylors, los miguel hernández, las irmgard despradeles, etcééééééétera, no sólo juntos, sino, también…o más bien, reburujaos.