miércoles, 14 de marzo de 2012

En mi altar caben todos

                                  
El presente texto constituye un ejercicio que realicé en el Taller Autología del Performance, conducido por Josefina Báez, que consistía en que cada participante escribiera el párrafo más largo que pudiése (con sentido, naturalmente), y a partir del cual desarrollar ciertas acciones. Este taller se realizó del lunes 21 al viernes 25 de noviembre de 2011, coordinado por El Salón Grupo Curatorial, con el auspicio del Centro Cultural de España, en cuya sede se llevó a cabo la actividad.

Foto de familia de los participantes en el Taller Autología del Performance

Pina, Almodóvar y Bill Viola son tres imágenes que colocaría en mi personal y particular altar de artistas que admiro, siendo consciente del riesgo que corro de que el altar en cuestión se tambalee dado lo quisquilloso que podemos llegar a ser los humanos si tenemos que estar al lado, o cerca, de algunas personas que, por uno u otro motivo, preferiríamos tener a kilómetros de distancia, lo que, en el caso particular de mi altar, no será posible, dado que éste está contenido en un lugar pequeño en dimensiones físicas, pero inmenso en su capacidad de albergar a seres que hacen su arte con la verdad como estandarte: mi corazón, así que, las pinas, los almodóvares, los bill violas tendrán que estar con las marily gallardos, los fradiques, los bachs, los jiří kyliáns, los manuel chapuseauxs, las buikas, los eduardo villanuevas, los garcía lorcas, las sonia silvestres, los jorge pinedas, los francis taylors, los miguel hernández, las irmgard despradeles, etcééééééétera, no sólo juntos, sino, también…o más bien, reburujaos.

                                                                    Santo Domingo, 21 de noviembre de 2011
                                                                                                                 

2 comentarios:

  1. En ese altar de gusto estar. Que privilegio compartir aquel “lugar pequeño” con personas que también están en mi altar; y aquí se cruzan los altares, porque en tu altar me encuentro yo, pero en el mío estas tú y además compartimos seres en nuestros altares... un altar dentro de otro altar, que se mezclan y se reburujan… que viva la idolatría!!!!!

    Francis T.

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  2. Así es Taylor, la vida es un cruce de altares... de caminos. Otra imagen en común entre los nuestros,y que no mencioné expresamente,lo es Guillermo Heras. Sin dudas, con Guillermo podemos hablar de un antes y un después.

    Por otro lado, me preguntaron que por qué pluralicé así, de la forma en que aparecen los nombres en el escrito (que los apellidos no se pluralizan), pues,porque me gusta pronunciarlos así. ;)

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